Crisol y Sagger

Un crisol es un recipiente de cerámica que se utiliza para contener metal durante la fundición en un horno. Este es un crisol de alta calidad, de grado industrial, utilizado en la industria de la fundición comercial.

Se necesita un crisol capaz de soportar las temperaturas extremas que se alcanzan al fundir metales. El material del crisol debe tener un punto de fusión mucho más alto que el del metal que se funde y debe conservar su resistencia incluso a temperaturas muy altas.

El crisol de carburo de silicio de alta temperatura es un componente ideal para hornos industriales, adecuado para la sinterización y fundición de diversos productos, y se utiliza ampliamente en los sectores químico, petrolero, de protección ambiental y otros. El carburo de silicio es el principal componente químico del germanio-carburo de silicio, que posee una elevada dureza. La dureza del crisol de carburo de silicio se sitúa entre la del corindón y la del diamante, su resistencia mecánica es superior a la del corindón y, gracias a su alta tasa de transferencia de calor, permite un importante ahorro energético.

El crisol y la cuba de RBSiC/SISIC son recipientes cerámicos de gran profundidad. Gracias a su superior resistencia al calor en comparación con el vidrio, se utilizan con frecuencia para calentar sólidos al fuego. La cuba es un elemento esencial del horno para la cocción de porcelana. Todas las piezas de porcelana deben introducirse primero en la cuba antes de pasar al horno para su cocción.

El crisol de fusión de carburo de silicio es una pieza fundamental de los instrumentos químicos; se trata de un recipiente que permite fundir, purificar, calentar y realizar reacciones químicas. Existen numerosos modelos y tamaños, sin límite de producción, cantidad ni materiales.

El crisol de fusión de carburo de silicio es un recipiente cerámico profundo, ampliamente utilizado en la industria metalúrgica. Al calentar sólidos a altas temperaturas, es imprescindible utilizar un recipiente adecuado. El crisol es necesario durante el calentamiento, ya que soporta temperaturas más elevadas que el vidrio y garantiza la pureza del material. No se debe sobrellenar el crisol con el material fundido, ya que este podría hervir y salpicar. Asimismo, es importante mantener una buena circulación de aire para prevenir posibles reacciones de oxidación.

Aviso:
1. Manténgalo seco y limpio. Debe calentarse lentamente a 500 °C antes de usarlo. Guarde todos los crisoles en un lugar seco. La humedad puede provocar que un crisol se agriete al calentarse. Si ha estado almacenado durante un tiempo, es recomendable repetir el templado. Los crisoles de carburo de silicio son los que menos absorben agua durante el almacenamiento y, por lo general, no necesitan templado antes de su uso. Es aconsejable calentar un crisol nuevo al rojo vivo antes de su primer uso para eliminar y endurecer los recubrimientos y aglutinantes de fábrica.
2. Coloque los materiales en un crisol de carburo de silicio según su volumen y deje suficiente espacio para evitar fracturas por dilatación térmica. El material debe colocarse en el crisol sin apretarlo demasiado. Nunca compacte el crisol, ya que el material se expandirá al calentarse y puede agrietar la cerámica. Una vez que este material se haya fundido formando una base, añada con cuidado más material para fundirlo. (ADVERTENCIA: Si el material nuevo contiene humedad, se producirá una explosión de vapor). Nuevamente, no compacte el metal. Continúe añadiendo material hasta fundir la cantidad necesaria.
3. Todos los crisoles deben manipularse con pinzas adecuadas (herramienta de elevación). El uso de pinzas inadecuadas puede dañar o incluso romper el crisol en el peor momento posible.
4. Evite que el fuego oxidado intenso caiga directamente sobre el crisol. Esto acortará su vida útil debido a la oxidación del material.
5. No coloque el crisol de fusión de carburo de silicio caliente sobre una superficie metálica o de madera fría inmediatamente. Un enfriamiento brusco puede provocar grietas o roturas, y la madera podría causar un incendio. Déjelo sobre un ladrillo o placa refractaria y permita que se enfríe de forma natural.